sábado, 22 de enero de 2011
Zeus En El Cielo Por Vheilian Sagara Parte 1
En ese instante en la mente de lord Vheilian pasaban muchas cosas a la vez, el viento en su cara la fresca brisa le traía el recuerdo de hacia tan solo unos instantes – confiamos en ti papi sabemos que volverás – dijo la voz de Carmilla escondiendo su mirada para que no notara los ojos cristalinos a punto de llorar – eres el mejor guerrero que conozco papito, dales duro- Sara conmocionada por la notica miraba con tristeza a su padre, su mujer sin decir nada, el bulto en su vientre por el embarazo le hacía ver más linda, para él esa mujer esa su vida misma, separarse de ella con la incertidumbre de que tal vez no volvería le hacía desfallecer en el instante mismo de perderse en su mirada, bajo del segundo piso del castillo rápidamente, la bella alfombra roja colocada con delicadeza sobre cada escalón le daba paso rápido al encuentro de lo que tal vez sería su propia muerte –Awelito- la voz de su nieta detrás de el le hizo detenerse en el último escalón, la pequeña niña clavo sus ojos en el, esa mirada tan parecida a la suya, -te amo awelito por favor vuelve- dijo la pequeña nuevamente aferrándose a su pierna, el tomo sus manitas y se arrodillo al escalón, miro a la pequeña con amor y sonrió para ella, tratando de calmarla – te amo kirika no lo olvides – dejo a la pequeña en aquel escalón sintiendo no poderle decir más.
La noche era fría y el sonido de las alas de lord Vheilian se propagaba por el aire, pero solo la luna era testigo esa noche del trayecto de aquel vampiro, toda su vida se resumía a esa noche, todo por lo que vivía estaba a punto de serle arrebatado pero pelearía, como nunca antes y moriría defendiendo a los suyos, a los que amaba con locura, hacia un par de meses que lord Vheilian conoció la entrada a un mundo lleno de poder y grandeza, la belleza de aquel lugar cautivo su corazón toreador como pocas cosas antes en la vida –esa será la eterna debilidad de los que son como yo- pensó al surtir una onda gélida en su rostro, sumergido en los recuerdos de aquel encuentro que cambiaría su vida de una manera intensa, continuo surcando el cielo en dirección a su cita – Eternas Lunas – dijo lord Vheilian al entrar en aquel salón, el piso recién pulido de ónix le permitía ver su reflejo al caminar, noto lo silueta de un ser más adelante, pero no podía sentir su esencia, estaba pues ante algo desconocido para él, -Bienvenido ¿dígame que puedo hacer por usted? – la voz de aquel ser llegaba directo a su corazón, hipnotizándolo por completo, se acerco un poco temeroso, era lord vheilian, no podía sentir miedo, pero sin embargo la presencia de aquel ser le intimidaba por algún motivo –Solo ando de visita ¿disculpe cual es su nombre?- aquel ser dio vuelta y sus ojos se clavaron en los de lord vheilian, su mirada intensa, esos ojos rojos y una mirada intensa y segura, aquel rostro tan perfecto era adornado con una abundante cabellera hasta su espalda, - Mi nombre es Arles, también conocido como Ares dios de la guerra- pocas veces en su vida había tenido la necesidad de arrodillarse, pero esa noche no pudo hacer otra cosa, aquella conversación esa noche los uniría de una forma intensa, si algo disfrutaba lord vheilian era la lucha, era un toreador digno de llamarse así, pero el arte de el era la lucha y le gustaba ser un buen guerrero, la plática con aquel dios fue algo intenso, le conto la historia de su vida, sus batallas, se mostros sorprendido por el desprecio de su padre Zeus por ser un loco sediento de sangre y de lucha, pero él era así, también le comento que si bien era un dios, su cuerpo podía sentir dolor y muchas veces sus gritos fueron escuchados por toda la humanidad, durante los siguientes días lord vheilian fue invitado en aquel lugar, la arena era algo impresionante, los entrenamientos diarios daban paso a luchas tan fantásticas, lord vheilian se sentía feliz, la capacidad de lucha de arles era tal que a veces ni podía tocarlo, el palacio era algo impresionante, armaduras negras y rojas decoraban los pasillos del lugar, todo tenía que ver con la guerra y con la lucha, había tanta conexión entre ellos dos, que parecía como si fueran hermanos gemelos, se entendían ten perfectamente una ocasión mientras entrenaban con dos de los vástagos de Arles, fobos y deimos estos quedaron tan sorprendidos de la coordinación de ambos que se prometieron nunca más luchar con ellos dos juntos.
Volvió de sus recuerdos para descansar un poco, a esa altura pudo ver como una chica caminaba por un camino de terracería en medio de la nada, compadeció por un minuto a la chica, que mala fortuna de aquella mujer que sin pensarlo sería la cena de un vampiro esa noche, se lanzo sobre su víctima como odiaba esa parte de ser un vampiro con violencia llego por espalda la tomo por su cabello y ataco con violencia su cuello bebiendo de ella la chica era débil pero virgen, el dulce sabor de su sangre le lleno por completo el cuerpo noto como su corazón dejaba de latir, soltó su cuerpo y ella cayó al piso de lleno un golpe seco en la tierra, hizo lo que siempre hacia con todas sus víctimas, era un ritual personal, algo que no podía evitar, se agacho cerca del cuerpo de la chica y acomodo su cabello y sus manos como si durmiera, la miro por un instante –lo siento- dijo con tristeza y emprendió el vuelo nuevamente, aquello era algo que detestaba en gran manera, pero era una parte de ser vampiro y lo cumplía, es por eso que no le gustaba salir de casería con su familia, prefería cazar a solas que nadie viera esa parte de él que le avergonzaba.
Inmerso en su mente nuevamente, recordó el momento que marco su vida con aquel dios, entro al lugar emocionado, sus nuevas espadas en su espalda, quería presumirlas y probarlas con su amigo – arles amigo- dijo el al entrar en la arena, por un segundo no supo qué hacer, una figura imponente lo miraba del cielo, sentado en un trono arriba en el cielo, era un gigante de más de seis metros, si su tamaño fuera normal sería hermoso, pero aquel tamaño lo hacía ver grotesco al menos para sus ojos, noto el grito de su amigo, dos seres pateaban su cuerpo el inmóvil en la arena trataba de proteger su rostro y entro en acción rápidamente, llego al borde de la arena, 3 metros para abajo lo separaban de su amigo, tomo las espadas en su espalda y con gracia salto cayendo limpiamente al suelo en la arena, se lanzo sobre aquellos seres y clavo su espada en la garganta de uno haciéndolo caer al instante, fue un instante, los ojos de Zeus se clavaron en el cuerpo de lord vheilian, miraba cada movimiento de este embelesado por el arte de aquel vampiro que lo cautivo, se lanzo hacia atrás llevando su espada ala altura de sus costillas con el filo al revés y clavo la espada en el vientre del otro ser este alcanzo a dar un zarpazo en su cuello pero la velocidad de lord vheilian era mucho mayor dio un giro a su arma y giro su cuerpo pateando el pecho de aquel ser alejándolo de su amigo, saco un par de dagas y las lanzo con fuerza clavándolas en el pecho de aquella criatura que le miraba horrorizado, vheilian le dio la espalda y se agacho a ver a su amigo, se le partió el corazón al ver el ataque brutal que había recibido tomo su mano y lo miro fijamente -¿Amigo estas bien?-la preocupación era notoria en su rostro, arles clavo su mirada en su amigo y sonrió – he estado peor amigo créeme- la risa estridente de Zeus interrumpió la escena, vheilian se coloco de frente de su amigo en señal de que lo protegería - ¿Es enserio muchacho? – Dijo Zeus mirando a vheilian divertido - ¿acaso crees que puedes enfrentar a un dios?- lord vheilian miro con desprecio a Zeus y con seguridad le contesto – si ese dios atenta contra la vida de alguien que me importa si - era notorio que a Zeus le divertía aquello de lado derecho de su trono una aljaba era el contenedor de una serie de flechas, lord vheilian agudizo su vista y noto que no eran flechas eran rayos, Zeus extendió su mano a la aljaba y tomo uno en sus manos, miro a vheilian desde el cielo y lanzo el rayo en dirección a él, sintió golpe en su hombro y noto como era la mano de su amigo el cual creció al tamaño mismo de Zeus deteniendo el rayo antes de impactar – PADRE TE HE DICHO MIL VECES QUE ME DEJES EN PAZ- Arles en tamaño ahora gigante miraba con odio a su padre - ¿acaso no sabes que el hogar de un dios es el Olimpo? - hablo pero sin dejar de mirar a vheilian, sin duda alguna el valor de aquel vampiro lo había hecho interesarse en el – TU MISMO ME DIJISTE QUE NO ERA UN DIOS COMO LOS DEMAS ¿NO ES ASI? Por fin puso atención en arles y lo miro entristecido – esa sed de sangre y lucha tu ya terminara contigo arles un día, me extraña en vedad que por fin lograras tener un amigo- arles volteo a ver a vheilian y noto la mirada de deseo de su padre – NO PADRE NO, NI LO PIENSES SI QUIERA- Zeus miraba embelesado a vheilian, estaba atrapado por lago que tenía el vampiro y lo deseaba tanto, bajo del trono y mientras lo hacia su tamaño comenzó a bajar, quedando a una estatura relativamente normal, camino con paso firme hasta el lugar donde estaba vheilian, arles le impidió el paso tomando un tamaño normal el también – NO LO TOQUES ES MI AMIGO COMO HAZ DICHO Y NO TE PERTENECE PADRE- Zeus puso un dedo en el pecho de arles este inmediatamente se arrodillo al suelo sin poder moverse le ofreció su mano a vheilian este la tomo y Zeus lo levanto del suelo – Fuerza, Valor, Coraje, Amor y Entereza ¿Cómo puedes tener esas cualidades siendo lo que eres?- entonces lo entendió, vheilian actuó por instinto, como lo haría al proteger a una de sus hijas o algún miembro de su familia, no le importa las consecuencias de sus actos, aquel que le había ayudado a levantarse era Zeus dios de los dioses del Olimpo – este no lose- dijo al tiempo que bajo su rostro avergonzado.
Aquel encuentro con Zeus le cambiara tanto, ordeno a arles le entrenara y le preparara para ser un semi dios, arles tubo que obedecer a regañadientes y en los entrenamientos le decía que se negara, que era mejor morir que darle gusto a ese ser, pero también le emocionaba el hecho de vheilian con los poderes de un semi dios, las luchas serian increíbles y ese hecho en si lo ayudaba a continuar con el entrenamiento, lord vheilian.
Volvió de su mente una ves mas, había llegado al lugar, esa puerta enfrente de, él, la entrada al Olimpo, la cita divina para encontrarse con la muerte según algunos, pero él pensaba solo en su familia y su amigo y en si podría o no ganarle a un dios.
Continuara…..