CAPÍTULO SEIS
Adoraba su sonrisa cuando, en mis fiestas de cumpleaños lograba mi objetivo en su tarea de buscar mi regalo por medio de encriptados jeroglíficos enreversados que me guiaban por toda la casa y el jardín hasta el lugar donde lo habría de esconder. Se sentía tan orgulloso de mí y me amaba tanto como su hija propia. Mis recuerdos mortales siempre fueron fugazes pero se mantenían vivos gracias a mis padres adoptivos. Según la historia que me contarón mis padres en el orfanato donde me entregarón en adopción mis únicas presedencias era un talisman con una rosa como único emblema adornándo una esfera rúnica con un tallado en un extraño idioma y bañado en oro blanco salvo la rosa cuyo metal era tan extraño como las letras del grabado y de un color negro como la misma oscuridad, el director del centro siempre mantuvo que mi mirada era extraña, pero aseguraba que era una niña tierna y muy despierta. Según iba creciendo mi emblema era ser alguien altamente tímida, resguardada de entablar relación con el resto de chiquillos y siempre había seriedad en mi rostro, el único capaz de arrancárme una sonrisa era mi padre, tanto que muchos envidiaban tal capacidad en él. En 1994, en una noche de invierno, mi padre fue hallado brutalmente asesinado, su cuerpo fue duramente golpeado, desmembrado extremidades y arrancádo la mandíbula inferior y robado los ojos... eso, para una niña de 10 años fue algo más que un simple trauma, caí en una catatonía que para muchos llegaron a temer por mi vida. Mi madre afrontó la tragedia, buscó trabajo y me mantuvo aunque en ella nació un odio hacia mí, su depresión por perder al hombre que amaba de aquella manera le hacia refugiarse en que yo era la culpable y causante de aquella muerte. Yo por mi lado me refugié en mi misma, creándo una barrera mental inaccesible haciéndome vulnerable a las burlas de quienes me rodeaban, con ello también llegué a entrar en un estado algo bipolar pues creé una personalidad completamente adversa que me permitía controlar mis sentimientos e impulsos sociológicos. A pesar de aquello, mi vida siguió su curso y la falta de cariño y a mi personalidad bipolar, me permitierón mantener un semblante duro y frío, acabé el curso en el colegio privado para niñas y emprendí un duro trabajo en la facultad de lengua inglesa, historia y encriptología arqueológica. En aquel tiempo de facultad, conocí a un chico en la cafetería para la que le dedicaba algunas horas para pagarme la universidad y con él fue con quien conocí el amor y la locura de sentírme persona, lo era todo para mí y de hecho íbamos a casarnos una vez finalizáramos nuestras carreras. Tenía un bello sueño de montar una clínica veterinaría, siempre que le recuerdo una sonrísa aflora mi rostro, aunque trágicamente encontró con la fría mano de la muerte tras recibir tres disparos de escopeta en la frente... Fue duro soportar aquella nueva muerte en mi vida, con él habría logrado superar la muerte de mi padre y la barrera de mi mente había sido casi extinguido, pero nuevamente el destino quiso una vez más encerrárme en mi pequeña jaula de sombras y silencio.
Aquella noche, al escapar de casa dejándo los cuerpos mutilados y semi chamuscados de mi madre y de mi hermana trás haber llamado a la policía me sentí que las tragedias de todas éstas personas fueran mi causa, mi mera presencia atraía la muerte más atroz a aquellos seres que amaba, a mi madre sólo le tenía el respeto por haberme entregado un pedacito de vida aunque fuese lleno de odios, pero me dió un techo, comida en la mesa y recuerdos de mi padre. Aquella noche, mi estado quizás fuese el peor de todos, me consumí en mi estado bipolar que prácticamente en toda mi vida me había acompañado, la voz de aquel extraño ser me invadía como único acompañánte en aquellas frías calles de Málaga, me aferraba con fuerza a los ladrillos de los edificios para no acabar sucumbiéndo en la oscuridad de la noche y entonces, mis ojos se toparón con los ojos de aquel hombre que se cruzó ocasionadamente chocándose con mi hombro. Mi cuerpo cayó al suelo como una muñeca de trapo, ni siquiera hice el afán de incorporarme, el hombre hizo apocope de preocuparse, su cuerpo giró hacia mí y fue en ese preciso momento cuando mis ojos se fijó en los de él.... Algo me cautivaba en aquellos ojos cual carmesí, rojo intenso del mismo color que bañaba mis ropas y mi cuerpo, penetrántes como dagas clavándose en mis entrañas, calculadores y fríos como la misma muerte, pero no tube miedo de ellos, sino todo lo contrario sentí pasión por ellos. Tomé la mano que me tendió para incorporarme, "¿Ésta usted bien, mi lady?" aquella voz sonó más dentro de mi cabeza que por mis oídos, estaba ensimismada con sus ojos y asentí con el rostro serío y con las lágrimas aún derramándose por mis mejillas, "sea lo que le ocurra, mi lady, no debería endurecer su belleza" quedé en silencio, tan sólo las lágrimas surgían con más impetú que antes, "Mmh... sé que no quieres morír, sé que no lo deseas" silencio, "Yo puedo otorgarte placeres inigualables, fuerza y destreza inhumanas, poderes que sólo los Dioses son capaces de igualar... pero..." calló un momento para comprobar que había logrado llamar mi atención, mis lágrimas aún caían pero mis sollozos habían cesado... "No soy yo quien debe tomar la decisión, eso es sólo tuya si deseas formar parte de un mundo basado en oscuridad, noches eternas, la sangre tu único sustento, yo te otorgo y concedo el don, pero eres tú quien debes decidir si deseas convertírte en mi chiquilla" me dejó en silencio para que hablase, durante unos segundos, mi cerebro estaba intentándo desesperadamente tratándo de creer sus palabras, algo que agarrárme aunque sólo sea una idea fantasiosa como la vida eterna mismamente... mis labios se abrieron y una voz quebrada surtió desde mi interior "Señor, no sé quién o qué es usted, todo me parece sacado de una pelí de Stephen King en el que el "vampiro" trata de engatusar a la muchacha para al final matárla, todo es que sólo sea un loco al igual que acabaré siendo yo misma si no acabo con ésta tortura que guardo en mi interior..." le miré a los ojos una vez más y sentir esa extraña sensación "Sólo deseo que ésto acabe, no quiero más muertes... no a los que amo..." y como si algo en mí se aferrara a las palabras de aquel hombre, le supliqué en silencio que me llevase a donde fuera. Y en aquel momento como si de la nada surgiera una luz reveladora, un nombre llenó mi mente "Lord Vheilian", susurré aquel nombre en un susurro casi impercibible pero Lord Vheilian oyó como le nombré y sorprendido de que descubriese su nombre sonrió mostrándome aquellos dientes perfectos y blancos como la misma pureza y sus colmillos tan afilados y largos cual cuchillas depredadoras. Aquellos fuertes brazos de gran guerrero me alzarón llevándome consigo, haciendome sentir protegida, hundí mi rostro en el pecho de aquel hombre y la carencia de sus latidos me hizo sentir algo nostálgica pues intuía que en poco tiempo yo sería un ser como él, sacado de las tinieblas, sedienta de sangre humana, un ser desterrado de la naturaleza de Dios,castigado a deambular en las penumbras y escapándo de la luz solar... "Bien, mi pequeña... ¿qué naturaleza entierras en tu corazón?" aquella pregunta me extrañó pero luego oí otra palabra que no pude caracterizar y mi mente cayó en una bruma oscura y silenciosa....
Me quedé mirándo a aquel maldito ser que había matado a mi familia, había matado al primer chico por el cuál me enamoré aún cuando era mortal, había destrozado y aniquilado la raza de mi prometido, y casi asesinado a XXDIABOLOXXX sino fuera porque lo estaba usándo de conejillo de indias, sentí tanto odio que sin pensar ni escuchar las palabras que me decía me lanzé en un ataque directo jugándo con mi cuerpo en movimientos rápidos y ágiles saltándo y alzándo mis piernas para propinárle una patada en su rostro, pero todo golpe que acertaba era como si golpease el mismo aire, no le afectaba en lo más mínimo y con ello provocaba que riera a mi costa. Me detuve en mi ataque, retrocedí unos pasos en postura de defensa con mis cuchillas apuntándo a su dirección mientras él prosiguió hablando... "¿No lo entiendes, o es que simplemente no quieres escuchar lo que se te dice? ¡Necía!" levantó una mano, sólo una mano y una onda surgió de sus palmas como un huracán empujándo y levantándo mi cuerpo al aire... noté un dolor intenso en mi espalda cuando una pared detuvo mi cuerpo lanzado por aquella fuerza invisible, mi cuerpo se desplomó en el piso cual largo era con todo el peso que llevaba, sentí como todo mi ser se desplomaba junto a mi cuerpo, me sentí dolorida y aquel nefasto ser seguía hablándome, "¡RAYNE! ¿Acaso no sabes quien eres? pues YO te lo diré, ¡ERES MI HIJA!" levanté mi rostro enfurecido ¿cómo que era su hija? ¿de qué diablos me estaba hablando? y en ese momento una imágen de ese mismo ser violándo un ángel se consolidó como si estuviese visualizándo una película, aquella maldita criatura tenía al ángel atado como lo estaba ahora mi amado, la tenía con sus ropas celestiales destrozada, su cuerpo hermoso y traslúcido mostraba duros golpes, le habían desmembrado un brazo, le había mordido por los muslos, cuello y labios, los ojos estaban hinchados por el sollozo y por golpes, sangraban a borbotones pues pareciera que le hubiesen atravesado los ojos con algo punzante. Veía como Nefistófeles la poseía con fuerza agarrándola por las piernas mientras ella no paraba de gritar y aclamar piedad. Una de las alas, la única que conservaría trás perder la otra trataba de deshacerse del cuerpo que la estaba forzejeándo pero inutilmente, él la tenía apresada y su risa se podía oír hasta los confínes del mundo terrenal. Cuando acabara de satisfacer sus necesidades sexuales, Nefistófeles la tomó del cuello la liberó y le susurró "Sé prudente dulce ángel y concédeme un hijo varón" trás sus palabras le escupió en el rostro, las cadenas que se incrustaba en sus muñecas desaparecierón dejándo su cuerpo caer con todo su peso y Nefistófeles desapareció así sin más como un halo fantasmal.... Una sóla lágrima negra surgió de mi ojo derecho.... no podía averiguar el nombre de mi madre, pero ese cariño y ternura, ese amor maternal nació en mí en cuanto ví aquel ángel siendo violada confirmándome que aquello que acababa de ver era real, que aquel maldito me concebió por la fuerza, que mi naturaleza era una mezcla entre el bien y el mal y odié más aún a aquel ser...-CONTINUARÁ-
Por fin está el capítulo 6, espero os guste aunque sea un poco enreversado, pero como dijera en el 5º capítulo, éste iba a tratar un poco más del pasado mortal de mi personaje, espero sea comprensible y os guste, un cordial saludo Atte. xRaynexBlood